domingo, 2 de diciembre de 2012

Calígrafo y didacta español: Rufino Blanco y Sánchez.





Pedagogo y periodista nació el 16 de Noviembre de 1861, en Mantiel (Guadalajara)y murió asesinado en Madrid, dada su adhesión al régimen monárquico, el día 3 de octubre de 1936, en lo que se ha denominado el genocidio de Paracuello del Jarana. 

En dicho periodo existían en la educación dos corrientes: de una parte la corriente “liberal”, laica y de fundamentación krausista (Giner de los Ríos, Cossío, Barnés, Luzuriaga...), que toma cuerpo en la Institución Libre de Enseñanza, y de otra la corriente “católica” (Manjón, Ruiz Amado, Rufino Blanco, Pedro Poveda...) de fundamentación neoescolástica que, a partir de segundo tercio del siglo XIX, surge como reacción a las ideas filosóficas de la época. El pensamiento pedagógico de Rufino Blanco, se integra plenamente en este último movimiento, dentro de los principios de la Pedagogía católica.

Maestro Nacional, obtuvo por la Regencia de la Escuela Aneja de la Normal Central de Madrid. Se doctoró en Filosofía y Letras en la Universidad Central. En 1909 fue comisionado por el entonces Ministro de Instrucción Pública, Faustino Rodríguez Sampedro, para crear y organizar una Escuela de Estudios Superiores del Magisterio, equivalente a una Facultad Universitaria de Pedagogía, pero con propia autonomía y libertad de acción. En el Claustro de profesores figuraron con él, diversos educadores y pensadores de diversas, y a  veces encontrada ideología como: Ortega y Gasset, Piñerúa, Strong, Vegue y Goldoni, Beltrán y Rózpide, Zaragüeta, Luis de Hoyos, De las Barras Aragón, Magdalena Fuentes y Anselmo González.



Escribió 57 obras, 40 de ellas didácticas como su "Bibliografía pedagógica"; "Bibliografía , Pedagógica del siglo XX", "Bibliografía general de Educación Física", "Teoría de la Educación", "Teoría de la enseñanza", "Organización escolar", "Apuntes sobre Biología pedagógica" y "Paidología y Pidotecnia", además de muchas monografías, escribió sobre Platón, Pestalozzi, La Salle, Quintana. Sus estudios bibliográficos en educación fueron extensos, de ahí que se le considera el pionero de los estudios bibliográficos en educación y Pedagogía en España

Como calígrafo  elaboro un manual "Arte de la escritura y la caligrafía: teoría y práctica" escrito en un estilo escueto, con profusas notas bibliográficas, y bastante detallado, en el cual resalta los diversos tipos de letra, enfatizando en la letra española." Ni su belleza, ni su utilidad, son superadas por ningún otro tipo de letra; es además la escritura nacional, y como españoles, estamos en el deber de conservar las costumbres y tradiciones patrias"

 Este pedagogo considera a la caligrafía como un arte bella, así dice." La Caligrafía es una bella arte; luego el calígrafo debe reunir las condiciones comunes a todo artista; y como ser inteligente, capaz de producir la belleza, ha de tener vocación, aptitud natural para el ejercicio del arte a que se dedica, y educación de esta misma aptitud..."" La Caligrafía es una arte plástica; sus efectos se han de percibir necesariamente por el sentido de la vista; luego el ejercicio de este sentido es indispensable para escribir con belleza. Ahora bien; el trazado caligráfico tiene partes muy finas y delicadas, y no basta para percibirlas una vista cualquiera, sino la vista adiestrada...."

Se le atribuye el difusor de la letra española un tipo de letra de trazos rectos, perteneciente a la familia de las copperplate. Asi la describe: "Los trazos curvos en la letra española son más que los rectos, lo cual da a este carácter de letra muchas condiciones de belleza. Los trazos curvos de la letra española tienen todos la forma de una elipse o la de una sección de esta figura. Los más importantes son: la elipse mayor, la elipse menor y la elipse media."
En su manual desarrolló  tanto una didáctica como una secuencia de letras del alfabeto español, según el tipo de trazos.  "La letra española no se ha escrito siempre con la misma inclinación. Juan de Icíar la escribió con una inclinación de ocho grados, Casanova la escribió con diez y Torío llegó hasta los veinticinco. Los calígrafos contemporáneos han pasado de estos números, pues Iturzaeta escribió la letra española con veintiocho grados de inclinación y Alverá con treinta y dos. Estos datos prueban que la letra española se puede producir caligráficamente con diversa inclinación, y que no es su característica una inclinación determinada. " Con esta materia se relaciona un asunto muy discutido en los últimos años: la conveniencia de sustituir la letra inclinada con la letra llamada vertical o derecha "" La letra vertical tiene también más estabilidad artística. ...."


Su manual de caligrafía se halla en la siguiente dirección:
                                                                               http://213.0.4.19/servlet/SirveObras/01383819744793725088802/index.htm                                            







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