miércoles, 6 de agosto de 2014

Entrevista sobre Manuel Quintín Lame. 4 de agosto.







El profesor Fernando Romero Loaiza de la Universidad Tecnológica de Pereira, realizó hacia el 2005 una investigación sobre el dirigente indígena Manuel Quintín Lame, lo cual se tradujo en un libro sobre el dirigente y se renovara su interés por la caligrafía y la escritura.






El indígena Manuel Quintín Lame nace en el Cauca en Colombia, 12 de diciembre de 1880 y muere en el Tolima en octubre 7 del año de 1967. Aunque fue un dirigente indígena Paes, Nasa como se denominan en su lengua, que lucho por los intereses de sus copartidarios de etnia y de otros grupos, se interesó por la educación y la escritura. Hacia comienzos del siglo XX con indígenas que habían aprendido a escribir en escuelas de primaria y leyendo materiales de derecho, elaboro innumerables memoriales por la causa indígena.




Manuel Quintín Lame se encuentra entre dos tradiciones, la escritural de la Biblia, y la gráfica, icónica, del mundo y la naturaleza de las comunidades indígenas. En la naturaleza está: “…el Libro de los Amores, el libro de la filosofía”, porque ahí está “…la verdadera poesía, la verdadera literatura….” (Quintín, 1971:




Esta gran influencia de las dos tradiciones escriturales se refleja en su obra en las diferenciaciones que establece de los dos mundos: el del indígena y el del blanco. Por ello, la escuela y la escritura constituyen en la época el sustrato de una diferenciación social entre blancos e indígenas, los lugares de resolución de la cultura letrada de la sociedad hegemónica y la escuela, con la cultura iletrada de los indígenas: Manuel Quintín, percibe esta diferencia, por ello en su libro asocia la educación del blanco a la escuela, lugar privilegiado del libro en la época, y el nivel alfa, a la naturaleza, el lugar del indígena, donde están los petroglifos, el viento, los ríos, el libro de la ciencia.




Para Quintín la escritura como proyecto de la escuela, tiene sus propios medios tecnológicos, espacios de referencia y su tradición, al cual difícilmente acceden los indígenas. En cambio, la naturaleza posee sus propias formas escriturales, en las cuales predomina lo icónico: es decir los petroglifos que se hallan en el mundo del indígena.



“... la idea del hombre indígena que estudio en la Madre Selva y para quien el jis fue un carbón de madera, la pizarra una tabla de la misma madera, y la pluma una pequeña aguja de hierro que cargaba en la copa del sombrero...” (Quintín, 1.987: 16).




«Hizo aparecer dos sabios mujer y hombre, la mujer para que enseñara a hilar el oro y a cruzarlo, es decir, a tejerlo, y el hombre para tallar la piedra y hacer jeroglíficos sobre ella, hacer caras de hombre, de animales y aves; también hacer fetiches, cocodrilos y aves de oro con sus polluelos, cigarras, sapos, lagartijas, serpientes etc.» (Quintín 1987:38)



Fuente



Fernando Romero Loaiza. (2005) Manuel Quitrín Lame: El indígena ilustrado, el pensador indigenista. Editorial el Papiro: CRIC/UTP: Pereira.
 https://www.researchgate.net/publication/264533626_Manuel_Quintn_Lame_Chantre_el_indgena_ilustrado_%28Parte_uno%29?ev=prf_pub

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